Qué visitar

Iglesia de San Pedro Mártir

La iglesia de San Pedro Mártir de Pinseque es un edificio mudéjar construido en ladrillo macizo en el siglo XVI, portada neoclásica de piedra y otros añadidos y reformas posteriores.

El templo consta de una nave de 23 metros de larga por 9 de ancha, terminada en un ábside de 3 planos.

En el año 1550 se termina la construcción del templo mudéjar, edificio que llegaba hasta la pila del agua bendita, y cuya portada se encontraba en la Calle del Pozo. En el año 1576 se le añade el coro, y la puerta de entrada se traslada a la plaza.

Torre mudejar

Se construye la torre campanario hasta la altura del reloj. En el año 1741 se inaugura la capilla de San Pedro Mártir, y en el año 1749 se construye la segunda y última parte del campanario.

En un extremo de la iglesia se halla la torre, recta desde su base hasta unos 12 metros de altura aproximadamente, cuadrada con adornos y relieves característicos del estilo mudéjar hasta la altura del reloj. Más arriba, hay 2 espacios como alminaretes, en este momento la torre adopta forma octogonal hasta alrededor de unos 10 o 12 metros, divididos en 4 cuerpos, los 2 centrales más largos y los de los extremos, superior e inferior, más cortos, pero proporcionados dos a dos, y todos señalizados y separados por unas cornisas que vuelan. En los arcos superiores se alojan las campanas.

El retablo mayor es de estilo gótico y se trajo en 1931 de la Iglesia de San Pablo de Zaragoza.

Castillo Palacio

El Castillo Palacio de Pinseque se encuentra situado en el centro del pueblo, y a falta de desnivel natural domina por su grandiosa fachada flanqueada por dos torres rectangulares, muy destacadas en planta y alzado, acentuándose el matiz defensivo por su base en talud, siendo muy probable que se independizara el caserío mediante un foso.

Fue edificado a mitad del siglo XV, y llaman la atención las dos grandes torres almenadas que decoran su fachada. Aunque actualmente presenta un aspecto de palacio civil, en el pasado debió de tener un carácter más defensivo.

Todo el edificio es de ladrillo excepto su base que es de piedra y ataluzada. Los balcones mantienen su traza antigua, con buenos herrajes.

Los primeros señores que habitaron el palacio fueron la dinastía de los Cerdán (1466) y los últimos los Belaza (1948).

Actualmente se ha llevado a cabo la restauración del edificio y se utiliza como residencia de ancianos.